8/4/2025

Es difícil decir Adiós

por La Reverenda Jeniffer Rodríguez Michel

Como pueblo presbiteriano sabemos la importancia de envolvimiento tanto en la iglesia local como nacional. Hay mucha alegría que viene de comités que nos ayudan a conectar con colegas de diferentes partes del país.También es una experiencia demandante por las largas horas en reuniones, conversaciones, decisiones a tomar, material a leer y planeación.

Cuando era niña recuerdo a mi papá decirme adiós durante una clase de matemáticas. Él iba de regreso a los Estados Unidos y yo todavía vivía en la República Dominicana. Aunque sabia que lo vería de nuevo, ese sentimiento, esa experiencia de decir adiós, fue difícil para mi como hija que quería y quiere mucho a su padre.

En este momento sirvo en diferentes niveles de la iglesia. Una de las organizaciones que he estado envuelta es Mujeres Hispanas Latinas Presbiterianas. He servido de co moderadora desde el 2022 y culminaré mi termino este Octubre 2025. He crecido y he aprendido muchísimo. Estoy agradecida por toda la gente que he conocido y las experiencias enriquecedoras con hacia el prójimo. Este año estaremos celebrando nuestro 30 aniversario en Atlanta, GA. donde más de 150 mujeres estarán participando. Y pronto será tiempo de decir adiós.

Es parte del proceso de que haya un sabor agridulce cuando decimos adiós. También sabemos y entendemos que es parte del proceso de crecimiento de pasar la antorcha a otras personas que continuarán trabajando y sirviendo con ideas frescas. Al prepararnos a cerrar diferentes capítulos en nuestras vidas, me acuerdo de 2 de Corintios 13:11, "Para terminar, hermanos, deseo que vivan felices y que busquen la perfección en su vida. Anímense y vivan en armonía y paz; y el Dios de amor y de paz estará con ustedes."

 

Lo que empieza tiene que llegar a su fin. Aunque sea difícil decir adiós, es parte del proceso que necesitamos recorrer para convertirnos en mejores criaturas de Dios, quienes siempre necesitan experimentar cambios constantes, ya sean transitorios o permanentes. Es difícil explicar si lo más difícil está relacionado con las relaciones que hemos construido, el trabajo que hemos realizamos o una combinación de ambos. Al final, queda esa sensación agridulce que solo el tiempo podrá sanar.

Como pastoras y pastores, estamos en un ciclo constante de despedirnos y decir adiós. Es parte de nuestro deber y vocación. No podemos ocultar o nombrar lo difícil que es decir adiós. Superficialmente, puede verse de una manera, pero por dentro, nuestros corazones, nuestras emociones, nuestro ser llora. Nuestras emociones cambian muy rápido y el proceso de cambios relacionados a los lugares y grupos que servimos....bueno, es algo difícil de hacer. A pesar de como nos sintamos caminamos con la cabeza en alto, esperando ver lo próximo que viene sin renunciar y confiando en que Dios nos dará fuerza y coraje para seguir adelante.

Rara vez hablamos de esta parte del ministerio. No somos robots. No somos máquinas. Tenemos sentimientos y por más normal que sea decir adiós, duele. Continuemos orando para que Dios continue sosteniéndonos con su amor en esperadas y no esperadas transiciones en este viaje de vida.

La Reverenda Jeniffer Rodríguez Michel

La Reverenda Jeniffer Rodríguez Michel

La Reverenda Jeniffer Rodríguez Michel es pastora de la Primera Iglesia Presbiteriana de Ossining, Nueva York. Jeniffer y su esposo, Kyle Craig, son progenitores de Emma Sophia, y Eric Gabriel. Oriunda de la República Dominicana, obtuvo su Maestría en Divinidad del Seminario Teológico McCormick. La Reverenda Rodríguez Michel le gusta hacer cosas creativas con el arte, tanto para el culto como personalmente. Es capellana de la Coral Ecuménica Cántico Nuevo con sede en la ciudad de Nueva York y está involucrada en temas de justicia social.

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