10/2/2025
Bendición de la Rev. Adriene Thorne
por Rev. Adriene Thorne
Dios nos da el triple mandamiento de amar: amar a Dios, por supuesto. Amar al prójimo. Y amarse a sí mismo, que es la base del amor al prójimo. Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Sudán sugiere que no nos queremos mucho a nosotros mismos. Congo nos invita a reevaluar nuestra relación con el amor a nosotros mismos. ¿La Tierra? ¿Oriente Medio? ¿Los otros partidos políticos? Bueno, ya te haces una idea. Amar a Dios y al prójimo como a uno mismo es una enorme tarea... mandamiento... llamada. Y gracias a Dios, en Cristo Jesús, fuimos creados precisamente para esta necesaria vocación. ¿Cómo podríamos centrar el amor en nuestro caminar con Jesús hoy? ¿Qué vecino falta en nuestra lista de oración? Puede estar al final de la calle, al otro lado de la ciudad o en la otra punta del mundo. Intenta amarlos con una oración elevada en su nombre. Quién sabe, quizá encuentres algo que te eleve a ti también.
Dios de todas las cosas buenas, te damos gracias por el don del amor. Por cómo nos cura, nos estira, nos desorienta, nos reimagina y nos acerca a ti y a los demás. Ayúdanos a enamorarnos del amor y a permanecer enamorados, transformándonos a nosotros mismos, a nuestro prójimo y al mundo con el mejor superpoder que puedas darnos. Que el amor guíe nuestras conversaciones, habite nuestras escuelas y lugares de trabajo, gobierne en nuestros órganos de gobierno y tome asiento con nosotros cuando nos reunimos para comer. Que el amor nos destroce y nos rehaga para parecernos cada vez más al amor, en cuyo nombre nos atrevemos a orar. Amén.
