9/26/2018
Construir una cultura de generosidad
por Robyn Davis Sekula
"La corresponsabilidad es la disciplina gozosa de dar gracias", dice Robert Hay Jr. de la Fundación Presbiteriana. Comparando la disciplina gozosa con el "subidón del corredor", cuando la mente, el cuerpo y el espíritu empiezan a hacer clic tras meses o incluso años de entrenamiento disciplinado, Hay afirma que la disciplina de la mayordomía puede aportar verdadera alegría al dar.
El heno es un Responsable de Relaciones Ministeriales de la Fundación que ayuda a las congregaciones en asuntos financieros, incluido el cambio de conversación sobre la mayordomía en las iglesias. Hay habló en Stewardship Kaleidoscope, una conferencia anual sobre generosidad y donaciones en las iglesias, el 24 de septiembre. Su taller Crear una cultura de generosidad hace referencia al libro de Clif Christopher, "No es el plato de ofrendas de tus padres."
Hay anima a las congregaciones a fijarse en todo lo que se les ha dado en lugar de en lo que les falta, cambiando la narrativa de la escasez por la de la abundancia. Una cultura generosa se desarrolla a partir del reconocimiento de la corresponsabilidad como gratitud y entrega de nuestro tiempo, talento y tesoro: "Dios quiere todo de mí", dice Hay. La corresponsabilidad es hacer discípulos. "Si contamos nuestras historias, el dinero nos seguirá", afirma Hay.
Hacer balance
Para ser un líder de mayordomía, debes entender lo que crees acerca de la mayordomía, dice Hay Anima a todos a considerar su primer recuerdo de la mayordomía, quién te enseñó acerca de ella, y por qué dar a la iglesia es importante para ti.
La gente da a la iglesia porque cree en su misión y confía en que es fiscalmente responsable, dice Hay. Quieren tener una relación con los dirigentes.
Según Hay, los pastores deben marcar el camino de la corresponsabilidad. Los pastores deberían predicar sobre la generosidad una vez al mes desde el púlpito y hablar de su propia administración. La vulnerabilidad desde el púlpito ayuda a construir relaciones. El pastor debe ser el narrador; emocionar y dar energía a la gente contando todo lo que hace la iglesia. Invite y pida a la gente que dé. Asegúrese también de dar las gracias.
En lugar de un comité de mayordomía, desafía a las iglesias a crear un equipo de generosidad que se encargue de buscar y compartir las historias de la iglesia. Esto ayuda a fortalecer las relaciones a través de conexiones auténticas.
Según Hay, este equipo debe trabajar y coordinar las historias, las peticiones y los agradecimientos durante todo el año, no sólo en la típica temporada de otoño.
Las organizaciones sin ánimo de lucro se han profesionalizado en las últimas décadas, dice, y las iglesias deberían aprender de ellas, tomando lo mejor de lo que hacen las organizaciones sin ánimo de lucro, como contar historias, y llevándolo de vuelta a las congregaciones.
Generosidad frente a corresponsabilidad
Utilizar liberalmente el término generosidad, en lugar de mayordomía, y asegurarse de que el equipo de generosidad es diferente del equipo financiero. La generosidad, dice, consiste en contar historias y promover el buen trabajo que hace la iglesia. Algunas iglesias han llamado a su comité Equipo de Generosidad o Equipo de Dones y Gratitud, dice Hay. Lo ideal es que en este equipo haya personas de todos los sectores de la iglesia, para que conozcan las historias que hay que contar de toda la congregación.
"Si no puede tener otro comité en su iglesia, designe a una persona como su anciano de la generosidad", dice Hay. Haz que esa persona sea la que esté pendiente de las grandes historias de la iglesia, y asegúrate de contarlas.
¿Cómo se cuentan las historias? He aquí algunas ideas:
- Poner las historias en los sermones.
- Presente un minuto para la misión antes de que se recoja la ofrenda.
- Comparta testimonios de cómo actúa Dios.
- Imprime las historias en un folleto o en el boletín de la iglesia.
- Crea un vídeo.
- Comparte las historias en las redes sociales.
Parte de una buena narración consiste en presentar el presupuesto de la iglesia de formas nuevas y más atractivas, afirma Hay. Utilice un presupuesto descriptivoNo se trata de una línea, sino de una descripción de las actividades de la iglesia, ilustrada con fotos. Preséntalo a la iglesia como un folleto o un documento tipo informe anual. Si te preocupa que alguien eche de menos el presupuesto por partidas, puedes proporcionar copias del mismo.
Una vez hecha la petición, hay que facilitar la donación. Ofrezca la posibilidad de donar en efectivo o con cheque, donaciones en líneaSi bien la solicitud inicial es importante, el último paso es crucial: dar las gracias.
Asegúrese de que todos los que se comprometan reciban una nota de agradecimiento. Agradézcales no sólo su donación monetaria, sino también su presencia en la iglesia y cualquier actividad adicional que realicen para ayudar a la iglesia, ya sea cantar en el coro, trabajar en la guardería, dar la bienvenida o servir en la sesión.